Despedida

Los dos hombres se estrecharon la mano y prolongaron esa última mirada. Sus vidas desde aquel momento seguirían direcciones distintas. No se abrazaron y sabían que habrían de lamentarlo. Con la espalda vencida por la tristeza y las piernas tambaleantes, uno de ellos quedó atrás. El otro simplemente se alejó. Nunca fueron padre e hijo, pero en la complicada textura de la vida, conformaron con sacrificios una de esas relaciones que se dan por el azar y reafirman sin lugar a duda que lo que mueve al mundo no es otra cosa que el amor.

(Momentos del cuaderno "Vidagrafías" A.C.R.)