Sunday, January 6, 2008

No te creas de los cuentos

La Cenicienta:

En la versión original de este cuento, la Cenicienta huye del rey, su padre, ¡quien quiere casarse con ella! y es que había jurado no casarse jamás con ninguna mujer que no tuviera justo la talla de la ropa de su difunta esposa, y casualmente la Ceninienta tenía las medidas justas. Ella escapa de las incestuosas intenciones del rey y es entonces que comienza la aventura que todos conocemos tan bien, excepto por dos detalles más: La Cenicienta mata a su primer madrastra y su padre se casa con el ama de llaves.

La Bella Durmiente:

No es el beso del príncipe lo que despierta a la Bella Durmiente en la versión original de esta historia, sino el parto de sus propios gemelos. Así es. Mientras ella estaba inconsciente un rey tuvo sexo con ella. Después del parto regresa triunfante al palacio con el rey... que ya era casado. Entonces la esposa del rey trata de matarlos pero él lo impide. Total que al final La Bella Durmiente se casa con el sujeto que la violó y vivieron felices por siempre.

Blanca Nieves:

La historia alemana original escrita por los hermanos Grimm narra cómo, al final, la reina malvada es castigada por tratar de matar a Blanca Nieves. El método fué obligarla a bailar mientras usaba unos zapatos al rojo vivo hasta que la infeliz cae muerta.

La Sirenita:

En esta historia de Hans Christian Andersen, antes de ser modificada por Disney, la sirenita sólo puede casarse con el hombre de sus sueños si toma una poción que hará que él sienta que siempre va caminando sobre cuchillos. La increíblemente egoísta sirena lo hace, pero no consigue casarse porque él desposa a otra mujer. Despechada, la sirenita se lanza al mar donde acaba convertida en la espuma de las olas.

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